domingo, 21 de diciembre de 2008

Nietzsche: Übermensch.

Concepto de “Superhombre” en Nietzsche.

El Superhombre (Übermensch) según Nietzsche, es una persona capaz de generar su propio sistema de valores identificando como bueno todo lo que procede de su genuina voluntad de poder. Una de las ideas que Nietzsche ha defendido con mayor interés, es que los valores tradicionales representados por el cristianismo someten a las personas más débiles a una “moralidad esclava”. Para él, esos valores debían desaparecer para que pudieran aparecer otros nuevos que representaran su prototipo de hombre ideal, el Superhombre.

El Superhombre no se deja llevar por la multitud; al contrario de las personas débiles, que sólo se dejan llevar por las tradiciones y las reglas establecidas.

Este Superhombre se guía por sus pasiones y sentimientos, pero, a su vez, se domina a sí mismo; no busca sólo el placer, ésa sería la diferencia con “el último hombre” que anticipa al genuino Superhombre.

Nietzsche contradice en esto totalmente a Platón, y a Sócrates , a quienes el filósofo alemán consideraba los culpables del surgimiento de “la moral de rebaño y esclava” , propia de la sociedad occidental.

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La supuesta conexión entre Superhombre y Nazismo.

Muchas veces se ha asimilado la idea de “Superhombre” con el régimen Nazi, induciendo la idea de que Nietzsche era un epígono del nazismo.

Esta homologación es incorrecta en un doble aspecto:

1) la noción de Superhombre se entiende en el marco de un sistema de pensamiento nihilista activo, es decir, nihilista crítico-constructivo, que procura destruir valores vetustos e implementar otros nuevos. Este concepto implica en Nietzsche, una separación y una superación de los valores tradicionales, y de la “Moral del Rebaño”, que es la moral basada en la creencia en una realidad trascendente, o sea, el legado del Cristianismo.

El Superhombre supone el nacimiento de un hombre nuevo, emancipado de Dios, resultado, en efecto, de la “muerte de Dios”. El Hombre Nuevo es un individuo que, dándole curso a su carácter y voluntad, ha organizado el caos de sus pasiones, convirtiéndose en creador de sí mismo y afirmando su vida sin resentimientos.

2) En cuanto al Nazismo, basta destacar que fue un regímen que defendió e hipostasió el culto del Estado, la raza y de la cultura. Nietzsche, por el contrario, consideró al Estado como una perversión humana, que despersonalizaba la individualidad creadora de cada individuo.Además, nunca Nietzsche profesaría el culto a una universalidad, siendo precisamente, la base de su sistema la destrucción del platonismo y el socratismo.

La imagen que presenta el filósofo por primera vez es la de un niño. Y el niño representa al hombre que toma la vida como un juego que se despliega en el devenir mismo. El niño simboliza la radicalidad crítica y creadora, la fuerza de Dionisios que retorna a un nuevo origen gracias a su potencial intempestivo.

“Escuchad y os diré lo que es el superhombre. El superhombre es el sentido de la tierra. Que vuestra voluntad diga: sea el superhombre el sentido de la tierra. ¡Yo os conjuro, hermanos míos, a que permanezcáis fieles al sentido de la tierra y no prestéis fe a los que os hablan de esperanzas ultraterrenas! Son destiladores de veneno, conscientes o inconscientes. Son despreciadores de la vida; llevan dentro de sí el germen de la muerte y están ellos mismos envenenados. La Tierra, está cansada de ellos: ¡muéranse pues de una vez!

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Nietzsche´s Übermensch.



El artista es un pequeño Dios y el dolor es siempre la antesala de la creación.


jueves, 18 de diciembre de 2008

Sobre las mujeres


Por qué te deslizas a escondidas y de manera esquiva en el crepúsculo, Zaratustra? ¿Qué es lo que escondes con tanto cuidado bajo tu manto? ¿Es un tesoro que te han regalado? ¿O un niño que has dado a luz? ¿O es que tú mismo sigues ahora los caminos de los ladrones, tú amigo de los malvados?En verdad, hermano mío, dijo Zaratustra, es un tesoro que me han regalado: es una pequeña verdad lo que llevo conmigo. Pero es revoltosa como un niño pequeño; y si no le tapo la boca, grita a voz en cuello.Cuando hoy recorría solo mi camino, a la hora en que el sol se pone, me encontré con una viejecilla, la cual habló así a mi alma:Muchas cosas nos ha dicho Zaratustra también a nosotras las mujeres, pero nunca nos ha hablado sobre la mujer.Y yo le repliqué: Sobre la mujer se debe hablar tan sólo a varones.Háblame también a mí acerca de la mujer, dijo ella; soy bastante vieja para volver a olvidarlo enseguida.Y yo accedí al ruego de la viejecilla y le hablé así:Todo en la mujer es un enigma, y todo en la mujer tiene una única solución: se llama embarazo. El varón es para la mujer un medio: la finalidad es siempre el hijo. ¿Pero qué es la mujer para el varón? Dos cosas quiere el varón auténtico: peligro y juego. Por ello quiere él a la mujer, que es el más peligroso de los juguetes.El varón debe ser educado para la guerra, y la mujer, para la recreación del guerrero: todo lo demás es tontería.Los frutos demasiado dulces al guerrero no le gustan. Por ello le gusta la mujer: amarga es incluso la más dulce de las mujeres.La mujer entiende a los niños mejor que el varón, pero éste es más niño que aquélla. En el varón auténtico se esconde un niño: éste quiere jugar. ¡Adelante, mujeres, descubrid el niño en el varón!Sea un juguete la mujer, puro y delicado, semejante a la piedra preciosa, iluminado por las virtudes de un mundo que todavía no existe. ¡Resplandezca en vuestro amor el rayo de una estrella! Diga vuestra voluntad: «¡Ojalá diese yo a luz el superhombre!»¡Haya valentía en vuestro amor! ¡Con vuestro amor debéis lanzaros contra aquel que os infunde miedo!¡Que vuestro honor esté en vuestro amor! Por lo demás, poco entiende de honor la mujer. Pero sea vuestro honor amar siempre más de lo que sois amadas y no ser nunca las segundas.Tema el varón a la mujer cuando ésta ama: entonces realiza ella todos los sacrificios, y todo lo demás lo considera carente de valor.Tema el varón a la mujer cuando ésta odia: pues en el fondo del alma el varón es tan sólo malvado, pero la mujer es allí mala.¿A quién odia más la mujer? - Así le dijo el hierro al imán: «A ti es a lo que más odio, porque atraes, pero no eres bastante fuerte para retener».La felicidad del varón se llama: yo quiero. La felicidad de la mujer se llama: él quiere.«¡Mira, justo ahora se ha vuelto perfecto el mundo!» - así piensa toda mujer cuando obedece desde la plenitud del amor.Y la mujer tiene que obedecer y tiene que encontrar una profundidad para su superficie. Superficie es el ánimo de la mujer, una móvil piel tempestuosa sobre aguas poco profundas.Pero el ánimo del varón es profundo, su corriente ruge en cavernas subterráneas: la mujer presiente su fuerza, mas no la comprende. -Entonces me replicó la viejecilla: «Muchas gentilezas acaba de decir Zaratustra, y sobre todo para quienes son bastante jóvenes para ellas.¡Es extraño, Zaratustra conoce poco a las mujeres, y, sin embargo, tiene razón sobre ellas! ¿Ocurre esto acaso porque para la mujer nada es imposible?¡Y ahora toma, en agradecimiento, una pequeña verdad! ¡Yo soy bastante vieja para ella!Envuélvela bien y tápale la boca: de lo contrario grita a voz en cuello esta pequeña verdad.»«¡Dame, mujer, tu pequeña verdad!», dije yo. Y así habló la viejecilla:¿Vas con mujeres? ¡No olvides el látigo!
Friedrich NietzscheAsí habló Zaratustra (1883-1885)

Asi Hablaba Friedrich Nietzsche

(Del hijo y del matrimonio)
¡Ay, esa pobreza de alma entre dos! ¡Ay, esa suciedad de alma entre dos! ¡Ay, ese lamentable bienestar entre dos! Matrimonio llaman ellos a todo eso: y dicen que sus matrimonios han sido contraídos en el cielo. ¡No, a mí no me gusta ese cielo de los superfluos! ¡No, a mí no me gustan esos animales trabados en la piel celestial!
(Del nuevo ídolo)
Allí donde el Estado acaba, ¡mirad, allí, hermanos míos! ¿No veis el arco iris y los puentes del superhombre?
(Los discursos de Zaratustra) Vosotros miráis hacia arriba cuando deseáis elevación. Y yo miro hacia abajo, porque estoy elevado.
Siempre hay algo de demencia en el amor. Pero siempre hay también algo de razón en la demencia.
Yo no creería más que a un dios que supiese bailar. Y cuando vi a mi demonio lo encontré serio, grave, profundo, solemne: era el espíritu de la pesadez, él hace caer a todas las cosas.
De todo lo escrito yo amo sólo aquello que alguien escribe con su sangre. Escribe tú con sangre: y te darás cuanta de que la sangre es espíritu.
No con la cólera sino con la risa se mata.
(De las tablas viejas y nuevas)
Yo amo a los valientes: mas no basta con ser un mandoble, ¡hay que saber también a quien se dan los mandobles! Y a menudo hay más valentía en contenerse y pasar de largo, ¡a fin de reservarse para un enemigo más digno!
(Del hombre superior)
Ahora es cuando la montaña del futuro humano está de parto. Dios ha muerto: ahora nosotros queremos que viva el superhombre.
"El trato con los hombres estropea el carácter, sobre todo cuando se es un hombre sin carácter."
"Unos corren a juntarse al prójimo porque se buscan a si mismos y otros, porque quisieran evadirse de sí mismos. Su mal amor a su propia persona convierte su soledad en una prision"
"No me gustan tampoco sus fiestas, he encontrado ahí demasiados actores"
"Yo no les enseño el projimo, sino el amigo. El amigo ha de ser para ustedes un atisbo del superhombre."
"Yo no les aconsejo el amor al projimo, hermanos, les aconsejo el amor a lo mas lejano."

El Estado

Yo le llamo estado al lugar en donde todos se envenenan, asi sean buenos o malos. En el estado se pierden todos, los buenos y los malos, y ahi le llaman “vida” al lento suicidio de todos. Observen bien a esa gente que esta de mas, ellos roban las obras de los que inventan cosas y los tesoros de los sabios, y a esos delitos les llaman “cultura”. A ellos todo les parece enfermedad y achaque. Observen bien a esa gente que esta de mas; ellos acumulan riquezas y de ese modo se empobrecen; ellos quieren poder, y por sobre todas las cosas desean esa palanca del poder que es el dinero, a pesar de que ellos son insolventes. ¡Miren como trepan esos monos! Van por todos lados, trepando y atropellándose entre si, pero en realidad van hundiendose en el fango y en las profundidades. Todos ellos luchan por alcanzar el trono; su locura consiste en creer que la felicidad esta en aposentarse en el trono; aunque muchas veces es fango lo que hay en el trono, y muchas otras veces el trono se asienta presisamente en el fango. Todos esos monos trepadores son locos y fanaticos. Su idolo es el monstruo helado que despide un olor nauseabundo, y ese olor alcanza a todos los que le rinden culto.